La Carmen como la llamaban en la Escuela Superior donde conocio a Julio, como a un formal estudiante mayor que ella, el que hacia levantar las
pasiones de las amigas de su clase. Y ella que hasta llegar a Madrid apenas habia salido del Abulense pueblo de Guisando, donde aun la llamaban: Carmencita;
sentia una especial devocion y atraccion por el interesante y popular chico de Ciudad, que podia facilmente elegir a cualquiera de sus amigas;
pero que la eligio a ella; por lo que se sintio muy afortunada; siendo una jovencita adorable de constumbres exquisitas, confianza ingenua refinada
y de una viveza sonriente de dulzura angelical; a la que Julio
acabaria rindiendose; deponiendo sus fechorias fiesteras de los Sabados, y acabando finalmente tras tranquilos paseos por el Retiro y la Cibeles;
sentando la cabeza con la que le parecio la mujer mas linda, buena y cariñosa que podia encontrar. La que ademas de virtuosa le monstraba su gran apoyo, su dulce amor y tierna fidelidad.
Asi que Carmen muy afortunada, se dejaba monstrar la Ciudad por su adorable y popular primer Amor; que en nada se parecia a los berracos de su pueblo.
Y con quien ella encontraba el desarrollo personal, la autoestima, el nutriente espiritual y el amor culminante para llenar su ser;
sintiendo que era con quien podia materializar
sus deseos y hacer sus sueños realidad construyendo un futuro.
-Bueno, que leches: ¡Que no queria volverme al Pueblo a cuidar Vacas!
El Decimo Habitaculo.